¿Cómo andar con muletas? Todo lo que debes saber

La muleta es un bastón con apoyo antebraquial que nos permite caminar con más seguridad y repartir el peso corporal. Se usan dos muletas para ayudar a propulsarse a alguien que no puede apoyar uno de los pies, bien sea por una operación o bien por una lesión o fractura. El uso de muletas y bastones también es recomendado para aquellas personas que tienen pérdidas leves de equilibrio o pérdida de fuerza en las piernas.

Desde hace muchos años, utilizamos el mismo tipo de muletas, aunque el material del que están hechas ha ido evolucionando. Las muletas de apoyo en axilas apenas son ya usadas, salvo por algunas personas que no tienen fuerza en las manos o tienen alguna otra dificultad.

En realidad, elegir unas muletas es bastante sencillo; a pesar de que existen diferentes marcas, los modelos son muy similares entre ellos. Las características a tener en cuenta serán el material de la caña, empuñaduras, tipo de contera y diseño. 

¿Cómo regular la altura de las muletas?

Aprender a regular la altura de las muletas o bastones es importantísimo, nos ayudará a utilizar bien la muleta y a no hacernos daño en las articulaciones.

Para que la muleta esté a la altura correcta, la empuñadura debe coincidir con el hueso de la cadera y con el hueso saliente de la muñeca si tenemos el brazo estirado. Al agarrar las muletas, el codo debe quedar flexionado aproximadamente 30º; esta es la posición óptima para andar con muletas.

Para verificar si la altura de la muleta es la correcta, mírate en un espejo y comprueba que los hombros no estén demasiado elevados ni las muletas inclinadas hacia fuera (muleta demasiado alta) ni la espalda curvada (muleta demasiado baja).

Una vez reguladas, comprueba que estén bien aseguradas en su posición y procura no cambiarlas.

¿Cómo andar con una muleta?

Una muleta es más estable que un bastón simple. Caminar con una sola muleta está indicado para aquellas personas que están rehabilitándose de una operación o para individuos que tienen pérdidas de equilibrio. El apoyo en el antebrazo conlleva una mayor seguridad y menor fatiga al caminar que un bastón normal.

Para andar correctamente con una muleta, la llevaremos del lado opuesto a la pierna más débil o con dolor y avanzaremos a la vez muleta y pierna débil. De esta forma, el peso corporal se reparte.

¿Cómo usar muletas para caminar?

Las muletas están pensadas para ser utilizadas en ambos lados, demandan menos esfuerzo y el cuerpo tiene una posición más simétrica.

  • Si el uso de muletas para caminar es sobre una sola pierna, avanzaremos las dos muletas a la vez una pequeña distancia y, a continuación, daremos un pequeño saltito con la pierna válida. Se recomienda tener la pierna lesionada con la rodilla flexionada para no rozar el suelo.
  • Si podemos apoyar ligeramente o moderadamente la pierna lesionada, la marcha con muletas se hará con paso simulado, es decir, apoyaremos a la vez la pierna lesionada y las muletas y, al cargar el peso para avanzar la pierna sana, liberaremos el peso de la pierna cargando todo sobre ambas muletas. Es importante que trabajemos la flexión de rodilla y la flexo-extensión del pie a pesar de no cargar el peso, así no tendremos complicaciones de movilidad más adelante.
  • Si llevamos dos muletas por falta moderada de fuerza muscular en piernas o por falta de equilibrio, pero no nos acostumbramos al uso de un andador, lo ideal es avanzar en X, es decir, adelantaremos muleta derecha y pierna izquierda y posteriormente muleta izquierda y pierna derecha. De este modo reproducimos, al andar con bastones, el balanceo normal de brazos y piernas.

Lo ideal es que la deambulación con bastones o muletas sea lo más natural posible, no se trata de hacer grandes pasos, sino de que los movimientos sean fluidos y en total seguridad.

¿Cómo se usan las muletas para subir y bajar escaleras?

  • Para subir las escaleras lo ideal es hacerlo agarrándose de la barandilla de la escalera si la hay de un lado y, del otro, usar el bastón o muleta. Primero subiremos la pierna sana; a continuación, la muleta y, por último, la pierna lesionada. De este modo, es la pierna más fuerte la que carga el peso. Si tenemos dos muletas, primero subiremos el pie sano; luego, las dos muletas y, por último, la pierna lesionada.
  • Para bajar las escaleras, primero bajaremos la muleta o muletas; a continuación, la pierna débil y, por último, la pierna sana.

Subir y, sobre todo, bajar escaleras con muletas es peligroso; en personas mayores, fuera de la rehabilitación, se debería evitar. Hay que hacer hincapié en que los talones queden completamente dentro del peldaño tanto para subir como para bajar.

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